Púrpura

 


Aquella mañana, Azahara salió dispuesta a comerse el mundo. Tenía una entrevista de trabajo y, en su interior, un montón de nervios. De hecho, estaba tan nerviosa que hasta había olvidado qué día era.

Se dirigió a la oficina y se sentó en la sala. Miró a su alrededor y vio a más mujeres allí, todas de igual aspecto, con el mismo tipo de vestimenta. La pierna empezó a temblarle por el paso de las horas, por la ausencia de algún sonido de llamada, por el rugido de su estómago o el sudor de su frente. 

Cuando la paciencia ya la desbordó y a penas había hecho amago de levantarse, se abrió la puerta; un hombre trajeado apareció y, sin ni siquiera saludar, le preguntó: << señorita, para ir acortando... ¿Tiene usted intención de quedarse embarazada de aquí a un año?>>

Su cara era un poema. Le sonrió y se fue. En su mente aún resuenan esas palabras. Pensó << es increíble que, en pleno siglo XXI, pasen estas cosas>>

(Taller de relato breve - tercer trabajo)


[Micro-relatos y algo más]

Escrito por Sara López.
Att: SMB

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