Por si sigues ahí cuando me vaya
Solía pensar que siempre había tiempo para hacer cada cosa; pero estaba equivocada. Desaprovechamos tantos momentos que cuando nos paramos y meditamos qué hemos hecho con nuestra vida, comprendemos que apenas hemos disfrutado, y tenemos que meter el turbo para que nuestro paso por el mundo sea lo más placentero, alucinante e inolvidable posible.
Me encantan los momentos de meditación. Sirven para comprender tantas cosas; cosas que están ahí, revoloteando a nuestro alrededor intentando que notemos su presencia. Pero no siempre las vemos, o mejor dicho, no siempre las queremos ver. Esos momentos de meditación me vuelven algo pesimista. Pues he analizado tanto mi vida y he visto que podría haber aprovechado tanto, que me siento ridícula; ridícula de no haberlo percibido antes.
La gente es egoísta; no se da cuenta de que cada momento es único. De que cada momento forma parte de nuestra vida. Nos guste o no, ahí está. Las personas tienden a refugiarse por miedo a que las hieran. Pero hay que sentir, hay que llorar, hay que reír,...hay que vivir. Llegará un día en que miraremos al pasado y daremos la última puntada al futuro. Y yo no quiero irme teniendo la sensación de no haber disfrutado.
Las personas que forman parte de nuestra vida son la prueba de la existencia de la misma. Todas y cada una de ellas.
Hay malos recuerdos, y también buenos. Pero no dejan de ser recuerdos. Está bien no querer traer a la mente aquellas situaciones que nos han hecho sentir mal. Pero no hay que olvidarlas. Eso no hará que desaparezcan, no hará que no hayan existido. Porque cada una de las cosas que nos han pasado y que nos pasan, son aquellas que nos forjan como lo que somos. Seres libres, con capacidad de reaccionar, de aprender, de rectificar...Yo he querido borrar de mi vida infinidad de momentos que han roto mi alma en trozos. Pero eso sólo ha servido para darme cuenta de que siguen ahí, de que siempre seguirán ahí, y que depende de mí el que me atormenten o el que me dejen vivir.
Os puedo asegurar que no hay mayor fuerza en la tierra que el amor. El amor lo puede todo. Puede crear grandes momentos, grandes recuerdos, grandes hechos. Puede crear obras maestras, maravillas inigualables y preciosos monumentos. Puede alegrar el alma, y quebrarla a la vez. Puede levantar murallas y derribar muros. Puede hacer tantas cosas. Tan sólo hay que creer que es posible. No hay mayor placer en la vida que disfrutar de cada momento con amor, pasión y cariño. Se tiende a pensar que el amor es cursi, de débiles, de gente que no tiene valor. Pero quienes opinan eso es porque no han sabido encontrarlo y disfrutarlo.
No olvides que eres tú el dueño de tu vida. Sólo tú. Así que vive, ríe, llora, maldice la suerte, maldice las cosas que no te hagan feliz, y luego, mira al cielo, y sonríe. Sonríe con la boca bien abierta y grita: es mi momento, y no vas a arrebatármelo.
[Perteneciente al conjunto de relatos y textos Secretos del alma]
Escrito por SaraLópez.
Att: SMB
Comentarios
Publicar un comentario
¿Qué opinas de mi blog?