Carta de un beso muerto
Querido James: Sé que no entiendes nada de ésto, sé que no sabes porqué no estoy a tu lado y sé que te preguntas a qué viene una carta de forma tan repentina, pero las cosas no son tan fáciles y a veces uno tiene que hacer lo primero que se le ocurre o se le viene a la cabeza, y a mí se me ocurrió ésto. Siento que no podamos despedirnos, siento que no puedas decirme adiós, siento que no puedas abrazarme por última vez. Me gustaría decirte que me ha costado mucho hacer ésto ya que teníamos una unión difícil de romper. Pero uno no planea su vida, uno no es capaz de saber lo que le puede pasar y el destino nos sorprende de una manera brusca y cruel. Siento mucho que no puedas casarte conmigo; me hubiese hecho mucha ilusión ser tu esposa, ir de blanco junto a ti y pasar miles de noches durmiendo en la cama. Echaré de menos tus besos, tus caricias, tus palabras, tus sonrisas llenas de confianza. Echaré de menos que me des masajes, que me prepares el desayuno y que me pase...