Solía mirar a la vida con los ojos de quien no teme morir...

Solía mirar al cielo para saber de qué color era. Siempre me han dicho que era azul; pero no es cierto: ese día pude darme cuenta. Era de tantos colores y tan diferentes. Era único. Sin duda alguna, era el lugar más hermoso que jamás había visto.Un lugar que te invitaba a soñar, a volar, a explorar. Y te incitaba a querer vivirlo al máximo. Solía mirar al mar para ver cómo expresaba su carácter y si yo sería alguna vez tan fuerte como para no quebrarme por nada. A veces tan violento y otras tan suave. Tan bello y tan puro. Como un bebé que no sabe muy bien cómo actuar, pues ríe y llora con igual facilidad. Pero era bello, muy bello. Y hacía que no pudieras dejar de mirarlo. Te atrapaba en un ambiente de plena libertad. Y la libertad es un sentimiento que nunca podrán arrebatarnos. Solía mirar la lluvia como quien mira un libro, intentando encontrar algo con lo que pasar el rato y al mismo tiempo introducirse en una aventura inolvidable. Siempre he pensado que la lluvia era ...